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Templo Magoksa en Gongju | Aparcamiento, estatua de tortuga y arroyo

🌿 Viaje al templo Magoksa en Gongju
Durante una workation en Gongju, me preguntaba adónde ir, y mi madre sugirió visitar el templo Magoksa, el templo más grande de Gongju y reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Al estar situado en lo profundo de las montañas, había muchos insectos, lo cual fue un poco incómodo, pero el sendero boscoso bajo la lluvia y el paisaje brumoso hicieron que la atmósfera resultara aún más tranquila.
🚗 Aparcamiento & Entrada
Esta vez fuimos en coche propio, pero el camino hacia el aparcamiento era muy estrecho, así que los conductores novatos deben tener cuidado.
El camino hacia la entrada era sinuoso, y algunas partes estaban en obras y eran tan estrechas que, cuando venía un coche de frente, a menudo había que detenerse para dejarlo pasar.
Por cierto, Magoksa dispone de aparcamiento de pago, y la tarifa es de 4.000 KRW por 5 horas.
Si se supera ese tiempo, se aplican cargos adicionales. Sin embargo, como el templo no es tan grande, la mayoría de los visitantes probablemente saldrán antes de 5 horas.
🛕 Sacheonwangmun & Cultura budista
Tras aparcar y caminar un poco, lo primero que vimos fue Iljumun, la puerta que marca el inicio del templo, y Sacheonwangmun, donde los Cuatro Reyes Celestiales protegen el Dharma. Las majestuosas tallas y colores eran impresionantes, y más allá de la puerta se desplegaba el recinto del templo.
La ligera llovizna combinaba bien con el ambiente, permitiéndonos disfrutar de la calma de la cultura budista.
🐢 Estatua de tortuga y una coincidencia curiosa
Mientras cruzábamos el puente que lleva al templo, ocurrió algo curioso.
La noche anterior, mi madre había soñado con grandes tortugas entrando en nuestra casa. Y al llegar al arroyo del templo, encontramos realmente una enorme estatua de tortuga de piedra.
Bromeamos con comprar un billete de lotería, pero al ser un “sueño de templo”, decidimos no hacerlo. Al fin y al cabo, no comprar también es ahorrar ^_^…
🏯 Daeungbojeon & Yeongsanjeon
Al avanzar hacia el interior, aparecieron los pabellones principales uno tras otro. Entre ellos, Daeungbojeon era el edificio central, donde se reunía mucha gente. No era muy grande, pero el ambiente tranquilo era encantador.
Noté que los colores se habían desvanecido con el tiempo y pensé que pronto necesitaría una nueva pintura tradicional (dancheong).
Al lado estaba Yeongsanjeon, con estatuas budistas ordenadamente consagradas. Aunque vengo de una familia budista, no sé mucho de templos, pero ver todos estos edificios juntos me hizo pensar: “Esto no es solo un templo pequeño, sino un lugar con una historia profunda”.
🌊 Arroyo, puente de piedra & pececillos
Tras recorrer el templo, bajamos al arroyo.
Al cruzar un pequeño puente de piedra, miré al agua y vi un banco de pececillos nadando con energía. La verdad, no estoy seguro si eran pececillos, pero es el único nombre que conozco.
Fue difícil captarlos con la cámara, pero logré sacar al menos una foto ^ㅁ^
Gracias a su camuflaje natural, eran visibles a simple vista pero se veían borrosos en las fotos.
💧 Agua de manantial del templo

Después de dar la vuelta, bebí agua del manantial dentro del templo.
Era clara y refrescante, pero salía muy lentamente, por lo que esperar resultaba un poco desesperante 🥲 Por supuesto, no quería coger agua de los charcos, así que simplemente esperé mi turno.
📝 Impresión general
El templo Magoksa no fue solo un lugar de fe budista—me pareció un sitio de sanación donde se unen naturaleza y cultura.
En particular, Sacheonwangmun, la estatua de tortuga y el paisaje del arroyo fueron momentos memorables.
No tomé fotos de ello, pero parecía que también organizaban programas de estancia en el templo y actividades familiares. ¡Lo recomiendo si te interesa!
- ✅ Aparcamiento: 4.000 KRW por 5 horas
- ✅ Caminos estrechos en la entrada—conducir con cuidado
- ✅ Estatua de tortuga y paisaje del arroyo son imprescindibles
- ✅ No te pierdas el agua de manantial del templo (requiere paciencia)
Conclusión
Visitar Magoksa en un día nublado y lluvioso hizo la experiencia aún más atmosférica.
El inesperado encuentro con la estatua de tortuga y los pequeños descubrimientos junto al arroyo hicieron que el viaje fuera aún más significativo.
Si planeas un viaje a Gongju, puedo recomendar con confianza el templo Magoksa como un lugar imprescindible.